jueves, 20 de octubre de 2016

ANÁLISIS DE LA CAÍDA DEL IMPERIO

La historia de su ruina es simple y obvia; y, en lugar de preguntar por qué el Imperio romano fue destruido, deberíamos más bien sorprendernos de que haya subsistido tanto tiempo. Las legiones victoriosas, que, en guerras lejanas, adquirieron los vicios de los extranjeros y mercenarios, primero oprimían la libertad de la república, y después violaron la majestuosidad de la púrpura. Los emperadores, deseosos de asegurar su seguridad personal y la paz pública, se limitaron a corromper la disciplina de las tropas que intimidaba tanto al soberano y como a los enemigos; la potencia del gobierno militar se relajó, y finalmente se disolvió, por las instituciones parciales de Constantino; y el mundo romano se vio abrumado por una avalancha de bárbaros.
Edward Gibbon. The Decline and Fall of the Roman Empire, "General Observations on the Fall of the Roman Empire in the West", capítulo 38.


En 313 Constantino I proclamó la tolerancia oficial del cristianismo, a lo que siguieron en las siguientes décadas el establecimiento de la ortodoxia cristiana y las acciones oficiales y privadas contra los paganos y los cristianos no ortodoxos. Sus sucesores en general continuaron este proceso, y el cristianismo se convirtió en la religión de cualquier funcionario civil ambicioso. Constantino estableció a francos en el margen inferior izquierdo del río Rin; sus asentamientos requirieron una línea de fortificaciones para mantenerlos bajo control, lo que indica que Roma había perdido casi todo el control de la zona.Durante el mandato de Constantino, las ciudades perdieron sus ingresos provenientes de impuestos locales, y bajo Constancio II (que reinó entre 337 y 361) sus propiedades.Esto acentuó la dificultad existente para mantener los ayuntamientos y los servicios prestados por las ciudades se descuidaron o cesaron.Los proyectos de construcciones públicas disminuyeron: había más a menudo reparaciones que nuevas construcciones, y siempre a expensas del Estado y no sufragadas ya por magnates locales que deseasen consolidar su influencia local a largo plazo. El abuso financiero se incrementó con Constancio aún más, con el hábito de este de otorgar a sus allegados los bienes de personas condenadas por traición y otros crímenes; esto redujo los ingresos futuros del Estado, aunque el efecto no fue inmediato; además aquellos cercanos al emperador tenían un fuerte incentivo para estimular sus sospechas de conspiraciones.
Con Constancio, los bandidos llegaron a dominar zonas del interior del imperio como Isauria, lejos de las fronteras. Las tribus de Alemania también aumentaron de población y se volvieron más amenazantes. En la Galia, que en realidad no se recuperó de las invasiones del siglo iii, hubo inseguridad generalizada y declive económico en los años 300, posiblemente en especial en Armórica. Hacia el 350, después de décadas de ataques piratas, prácticamente todas las villas de Armórica estaban desiertas, y el uso de dinero cesó aproximadamente en el 360. Los reiterados intentos de economizar en el gasto militar incluían el acantonamiento de tropas en las ciudades, donde difícilmente podía mantenerse la disciplina militar y los soldados podían extorsionar más fácilmente a la población.Excepto en el raro caso de estar bajo el mando de un general decidido e incorruptible, estas tropas resultaron ineficaces en el combate y peligrosas para la población civil.A las tropas de la frontera a menudo se les entregaban tierras en lugar de un salario en moneda; así cultivaban, lo que disminuía el costo de su mantenimiento, pero también lo hacía su eficacia y había menos estímulo económico para la economía de la frontera. Sin embargo, a excepción de las provincias a lo largo del Rin inferior, la economía agrícola era generalmente próspera. El nivel de la alimentación media de la población en Europa noroccidental no pudo recuperarse del deterioro sufrido durante el siglo ii, aunque sí lo lograron las regiones del Mediterráneo.