jueves, 20 de octubre de 2016

LA ESCLAVITUD Y EL DESEMPLEO

Desempleo de la clase trabajadora

La mano de obra esclava y barata fue otra de las grandes causas que provocaron la caída del Imperio Romano. Los plebeyos de Roma, al no poder competir contra los esclavos, quedaron desempleados y pasaron a depender de las dádivas del Estado. Además de lo anterior, los romanos pusieron en práctica una política de comercio sin restricciones que empeoró aún más la situación de los plebeyos, pues se vieron imposibilitados de competir con el comercio extranjero.
Ante ello, el Gobierno se vio obligado a subsidiar la clase trabajadora de Roma para equilibrar las diferencias de los precios. El resultado final, fue que muchos de los plebeyos decidieron vivir de los subsidios del estado, sacrificando su nivel de vida por la facilidad de una vida ociosa. La evidente diferencia entre los romanos ricos y pobres aumentó aún más.

La chusma y el costo de los juegos de gladiadores

Si los miles de ciudadanos romanos desempleados se hartaron de sus vidas, esto llevó a numerosos disturbios civiles y motines callejeros. El populacho necesitaba encontrar un modo de entretenerse, y los espectaculares juegos de gladiadores comenzaron a llenar el vacío de sus vidas. El costo de estos juegos corría a cargo de los Emperadores, y por ende del Estado, por lo que muchos corruptos políticos patrocinaron los juegos para ganarse el favor y el apoyo del pueblo. El costo de los juegos de gladiadores, eventualmente llegó a representar un tercio de los ingresos totales del Imperio Romano.

La esclavitud

El número de esclavos se incrementó dramáticamente durante las dos primeras centurias del Imperio Romano. La dependencia del pueblo romano a los esclavos fue tal, que no solo disminuyó la moral, los valores y la ética, sino que propició el estancamiento de cualquier nueva tecnología que pudiera producir bienes de manera más eficiente. Los romanos dependían de la mano de obra esclava para casi todas sus necesidades, y esta dependencia inhibió cualquier cambio o crecimiento tecnológico.
Por otra parte, el trato despiadado a los esclavos condujo a numerosas rebeliones y Guerras Serviles, siendo la más reconocida de ellas, la encabezada por el famoso gladiador Espartaco. En los últimos siglos del Imperio, y con el advenimiento del cristianismo, la actitud hacia el esclavo cambió. Con la manumisión (acto de liberar a los esclavos), el número de la servidumbre disminuyó considerablemente, junto a la dependencia de Roma por esta fuerza de trabajo.